
El dolor neuropático es aquél que está originado por lesión o enfermedad del propio sistema nervioso, ya sea un pequeño nervio periférico, un tronco nervioso de mayor envergadura, o bien la médula espinal o el propio cerebro (por ejemplo, después de un accidente vascular cerebral).
Existen multitud de enfermedades o trastornos que cursan con dolor neuropático. Algunos de los más frecuentes son la Neuralgia del trigémino, el dolor que se da tras la infección por el virus del Herpes Zoster, la neuropatía de pies y piernas que se da en pacientes diabéticos, o el dolor urente que padecen algunos pacientes de forma persistente después de una lesión traumática o después de una o múltiples cirugías.
Los pacientes con dolor neuropático refieren que su dolor tiene características especiales, que a menudo describen como ardor, escozor, quemazón, pinchazos, corrientes eléctricas o latigazos muy intensos. Estas sensaciones son importantes para poder orientar el diagnóstico.
Otros hallazgos en los cuadros de dolor neuropático son la alodinia (dolor producido por estímulos que normalmente no son dolorosos, como el tacto suave), y la hiperalgesia (los estímulos dolorosos producen una respuesta dolorosa desproporcionada).
El dolor neuropático es de difícil tratamiento, ya que no responde bien a los medicamentos analgésicos habituales.
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